Hoy entra en vigor la Ley Mordaza del PP, una ley que pretende atemorizar a todas las que defendemos nuestros derechos, los derechos de todas. El gobierno de Rajoy ya intento criminalizar los escraches de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, ha puesto al servicio del poder financiero todos los recursos del estado para ejecutar los desahucios, con su mayoría absoluta no permitió aprobar la ILP de la PAH. Aún así, aquí seguimos con más fuerza que nunca, autotutelando cada día nuestros derechos a través de la campaña Stop Desahucios, de la Obra Social de la PAH, haciendo acciones a bancos e impulsando propuestas legislativas como las ILP autonómicas.
Ahora pretenden desactivarnos con el miedo a través de la Ley Mordaza, pero lo cierto es que la miopía del PP no le permite ver que hace tiempo que perdimos el miedo, hace más de seis años que estamos desobedeciendo leyes injustas como las que permiten la ejecución de los desahucios. No nos queda otra opción que seguir desobedeciendo leyes injustas, durante éstos años hemos generalizado la práctica de la desobediencia civil no violenta y la autotutela de derechos con un apoyo social aplastante, amparadas en legalidades superiores como la propia constitución o los pactos internacionales que el estado español ha ratificado.
No tenemos miedo, nunca lo hemos tenido. No teníamos miedo cuando poníamos nuestros cuerpos delante de las viviendas de quienes iban a ser desahuciados, no teníamos miedo cuando nos desalojaban de bancos y administraciones para tratar de negociar colectivamente una dación en pago o la condonación de una deuda, no teníamos miedo. Sus multas no nos paran, la ciudadanía organizada perdió el miedo hace mucho tiempo. Por tanto seguiremos parando desahucios porque nos va la vida en ello, seguiremos realojando a través de la Obra Social de la PAH a las familias abandonadas por el estado y lucharemos para tumbar la Ley Mordaza. Ayer le dabamos la bienvenida a la Ley Mordaza sin miedo, haciendo lo mismo que cada día y así continuraremos mientras se vulneren nuestros derechos, hasta conquistarlos.
¡Sí se puede!