Señores y señoras diputadas del nuevo Congreso resultante de las elecciones del pasado 20 diciembre del 2015.
Todas las personas que conformamos la PAH nos dirigimos a ustedes para recordarles que hemos puesto sobre la mesa la solución a la emergencia habitacional que actualmente padecen cientos de miles de familias. La solución son 5 demandas de mínimos, que hoy la población ya conoce como las 5 de la PAH. Estas demandas de mínimos son fruto de la experiencia y la lucha de la PAH durante siete años. Los resultados de las elecciones no han dado mayoría suficiente a ningún partido para formar Gobierno ni para legislar sin tener apoyos múltiples, por lo que hacemos un llamamiento para que cualquier pacto de gobierno de cara a la investidura del próximo presidente incluya necesariamente «las 5 de la PAH». A la vez advertimos de antemano que no reconoceremos la legitimidad de ningún gobierno que no legisle estas demandas en el primer pleno del Congreso tras constituirse. Por otra parte, independientemente de los posibles pactos de Gobierno y de una hipotética investidura, estas 5 medidas deberían ser legisladas por el nuevo Congreso de los Diputados con carácter de urgencia, porque hay vidas en juego y no vamos a tolerar más sufrimiento.
Las 5 demandas de la PAH son:
- Dación en Pago Retroactiva, para acabar con las deudas impagables de por vida.
- Alquiler Asequible, garantizando una vía alternativa y estable de acceso a la vivienda.
- Stop Desahucios, para que ninguna familia más se quede en la calle.
- Vivienda Social, sostenida con un parque público que se adecue a la población.
- Suministros Garantizados, acabando así con la pobreza energética.
En septiembre solicitamos reunirnos con cinco fuerzas políticas que aspiraban a gobernar para trasladarles la importancia de las 5 de la PAH. Estos partidos fueron el Partido Popular, el Partido Socialista Obrero Español, Ciudadanos, Podemos y Unidad Popular. Desde un principio, nuestra petición fue muy clara: queríamos la inclusión de las 5 de la PAH en sus programas electorales. Tanto Podemos como Unidad Popular incluyeron las demandas en sus programas y se comprometieron a legislarlas, compromiso que vigilaremos para que se cumpla a rajatabla. Sin embargo, tanto el PSOE como Ciudadanos dieron la espalda a varias de nuestras medidas. El PP directamente no se reunió con nosotras, acostumbrado a evitar el diálogo con la ciudadanía. Ante esta situación de bloqueo, acudimos a las sedes y actos electorales del PP, PSOE y Ciudadanos para informarles de la necesidad de las 5 demandas. Más aún, sabiendo que todo el mundo se puede equivocar y que rectificar es de sabios, les dimos la oportunidad de incluir todas las demandas en sus programas y el compromiso de legislarlas tras las elecciones.
La respuesta del PSOE fue asegurar constantemente que asumían las 5 demandas, mientras diputadas de primera línea del partido como Carme Chacón rechazaban reiteradamente de forma pública la dación en pago retroactiva y desde la PAH constatamos que su programa en materia de vivienda realmente no las recogía. Peor fue la respuesta de Albert Rivera, candidato por Ciudadanos, que criminalizó a la PAH acusándola de tener intereses partidistas, intentando desviar el debate en vez de explicar el porqué de su posicionamiento. Ya antes de llegar a cualquier gobierno, Ciudadanos dejó claro su tono. Ante familias que pueden perder la casa en cualquier momento, su estrategia fue el ataque mediático.
Finalmente el PP, que ya pasará a la historia como el partido de los desahucios y la corrupción, siguió haciendo oídos sordos a los reclamos de tantas personas y tapándose los ojos ante tanto sufrimiento. No es de extrañar, pues fue el PP quien bloqueó en 2013 -con probable mandato de la troika- la primera propuesta de solución real perpetuando una ley hipotecaria declarada dos veces como ilegal por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Nos referimos a la ILP de la PAH en 2013, que fue apoyada por el 90% de la población y avalada por más de 1.500.000 de firmas. De haberse aprobado en ese momento, la dación en pago retroactiva, el alquiler social y una moratoria sobre los desahucios habrían entrado en juego para impedir la situación de emergencia en la que nos encontramos.
No podemos obviar, ni olvidar, que más de 650.000 familias han sufrido procesos de ejecución hipotecaria desde 2007. Muchas de estas familias no sólo han perdido su hogar, sino que tienen que arrastrar de por vida unas deudas hipotecarias impagables e ilegítimas, de las que podrían liberarse mediante la dación en pago retroactiva; de no hacerlo, se les condenará a una situación de permanente exclusión social. Mientras este drama aumentaba, los gobiernos del PSOE y el PP decidieron rescatar a la misma banca que de manera irresponsable había alimentado durante años la burbuja inmobiliaria. La misma banca que ofreció sistemáticamente a las familias hipotecas de alto riesgo que sabía que jamás podrían pagarse. La misma banca protagonista de desfalcos, tramas de corrupción, puertas giratorias, las preferentes y el caso Rato. La banca culpable de la estafa, mal llamada crisis.
En total, más de 165.000 millones de euros de todas las ciudadanas, a las que no se nos consultó en ningún momento, fueron a parar a los bolsillos de la banca. Dinero de todas, cedidos sin ninguna contraprestación social a cambio. Dinero a fondo perdido, que nunca se devolverá y que podría haberse utilizado para rescatar a las familias. Pero la cosa no acaba aquí. Ahora el 51% de los desahucios ya son por alquiler: resultado de la desregulación de precios de los alquileres que han protagonizado el PSOE y el PP durante las últimas décadas. Desalojos frente a los que la administración se ve incapaz de ofrecer una alternativa habitacional dado que España solo tiene un 1% de parque público de vivienda. Un dato indignante teniendo en cuenta la media europea de 18% de parque público, llegando a alcanzar hasta un 30% en Holanda. E incluso incomprensible dado que hay 3.500.000 casas vacías en España. A la falta de un hogar para las familias, se suma la pobreza energética que ya afecta a un 17% de la población. Hablamos de cortes de agua, luz y gas que según datos de la ONU llegan a matar a 10.000 personas al año en España. Mientras tanto, solo Endesa, Gas Natural e Iberdrola ganaron más de 7.000 millones de euros de beneficios en 2014.
Mientras los gobiernos miraban hacia otro lado, en la PAH aprendimos a auto-tutelar nuestros derechos mediante la desobediencia civil pacífica. Ni siquiera la Ley Mordaza del PP, claro síntoma del miedo que los populares tienen a la ciudadanía nos ha hecho dar un solo paso atrás en nuestras convicciones. A día de hoy, hemos parado miles desahucios y recuperado más de 40 edificios de la banca a través de nuestra campaña Obra Social. A día de hoy, hemos realojado a más de 2.500 personas frente a las 2.000 realojadas por el gobierno del Partido Popular. Hemos realojado más que el gobierno. Nuestro día a día se ha formado con cada familia que acudía a nuestras asambleas para empoderarse y encontrar una solución a su propio caso: hemos conseguido miles de daciones en pago presionando a la banca mediante la solidaridad y el apoyo mutuo. Familia a familia, hoy conformamos más de 220 nodos de la PAH en todo el estado. Plataformas que consiguieron lo imposible en julio de 2015: la aprobación de la primera ley impulsada por la sociedad civil que se atreve a frenar la emergencia habitacional en Cataluña. Fruto de una ILP autonómica de la PAH, la Alianza contra la Pobreza Energética y el Observatori DESC, es conocida hoy como Ley 24/2015, la cual fue amenazada con un amago de recurso al Tribunal Constitucional por parte del Gobierno de Rajoy.
El tiempo nos ha dado la razón y el presente demuestra que nuestras propuestas son totalmente necesarias y realizables. Ahora llega el momento de la verdad. Se ha formado un nuevo Congreso, y cada diputado y diputada debe decidir qué escoge. No se trata únicamente de paralizar los desahucios. Se trata de conquistar, en mayúsculas, el Derecho a la Vivienda. Se trata de recuperar el control democrático sobre nuestros derechos sociales que han sido vulnerados sistemáticamente por bancos y suministradoras, con la complicidad de los gobiernos. Se trata de que España deje de ser una anomalía en la Unión Europea, que deje de ser líder en dejar familias en la calle, para convertirse en punta de lanza global en la defensa de los derechos humanos.
No es fácil tratar de resumir siete años de movilización social para defender el derecho a una vivienda digna. Y si hoy esta carta llega ante ustedes, y es importante, es por la victoria más grande de todas: hemos conseguido romper el silencio, el aislamiento de las miles de familias que han sufrido demasiados años de políticas en beneficio de bancas y suministradoras. Pero hoy en día, no sólo somos las familias organizadas que cada día paran desahucios y consiguen daciones. Con nosotras esta el 90% de la ciudadanía que apoyó la ILP de 2013. Es más, cada día que pasa recibimos más apoyos. El deber de cada uno y una de ustedes, diputados y diputadas, debería ser representar a esta gran mayoría social que aspira a que la próxima generación jamás tenga que sufrir ni un solo desahucio. Demuestren que han llegado para hacer valer el sentido común y el futuro de todas las familias, tal como ya se ha conseguido para la ciudadanía en Catalunya. Interpelen a sus partidos, fuércenlos a un compromiso férreo con las 5 demandas de la PAH, marquen como inaceptable cualquier investidura que no vaya vinculada al cumplimiento del artículo 47 de la Constitución española y no permitan que el nuevo Congreso de los Diputados no legisle para detener esta sangría de una vez por todas. La solución está frente ustedes, la tienen en sus manos, ahora sólo es cuestión de voluntad política. De SU voluntad política. Nosotras seguiremos, no pararemos, y señalizaremos a todo el que se interponga en la protección de nuestros derechos. Y que quede claro, no dudamos que finalmente, conquistaremos el derecho a la vivienda.
¡Dicen que no caben, pero las vamos a meter! ¡Aprueben las 5 de la PAH!