BANKIA responde peticiones de alquiler social con antidisturbios

 

El día de 11 de febrero de 2016 unas 100 personas de las PAHs (Plataformas de Afectados por la Hipoteca) y grupos de vivienda de Madrid se han concentrado en una sucursal de Bankia para exigir la suspensión de cuatro desahucios programados para esta semana en Madrid y de un bloque de Obra Social de Lanzarote, así como para negociar la situación de 60 familias residentes en viviendas de Bankia.

El objetivo era comenzar una negociación sobre la situación de estas 60 familias. De ellas algunas son hipotecadas con Bankia que solicitan la condonación de su deuda –inflada en la burbuja y por los intereses de demora– y la concesión de un alquiler social en dichas viviendas; otras son actuales residentes en viviendas previamente vacías de Bankia que quieren regularizar su situación y conseguir un alquiler social proporcional a sus ingresos. Para esto fue necesario conseguir un contacto directo con los responsables pertinentes.

La concentración de hoy ha conseguido que Bankia aceptara la documentación y se comprometiera verbalmente a estudiarla. La entidad se ha comprometido también a parar tres de los cuatro desahucios previstos y el desahucio del bloque de Lanzarote. Sin embargo no han querido facilitar un contacto directo para asegurar que la negociación de las 60 familias llegue a buen puerto. Bankia dice que no tiene casas para alquiler social en Madrid – flagrante mentira, ya que las 60 familias viven de hecho en casas de su propiedad.

Desde el primer momento han llamado a la policía, de forma que los antidisturbios regulaban las entradas y salidas de la sucursal. Cuando se ha solicitado que dejaran entrar botellas de agua o pasar al baño, los antidisturbios preguntaban su parecer al director de la sucursal, en un claro ejemplo de que estaban allí al servicio de la entidad bancaria y no para proteger los derechos de esas familias, a la protesta política en primer lugar, y también a una vivienda digna. Ante la negativa del director, los antidisturbios impedían derechos básicos de los allí concentrados.

Cuando ha llegado la hora de cierre de la sucursal, los antidisturbios han apartado a la gente que se encontraba fuera: unas 50 personas a esas horas. En esta retirada ha habido empujones y se ha producido la primera detención, la de un compañero de Fuencarral. La policía ha empezado a cargar, también sobre una persona en silla de ruedas, que ha caído al suelo, lo que ha provocado una enorme indignación. Otras dos personas ha sido detenidas y muchas otras han sufrido palos y contusiones. Dos personas, incluida la que utiliza silla de ruedas, se encuentran ahora mismo en urgencias.

Recordemos que Bankia fue salvada con dinero público, rescate que ocasionó una escalada de la prima de riesgo que ahora pagamos todos a través de la deuda pública. Recordemos que Bankia es propiedad del FROB, un organismo bajo control del Banco de España y por lo tanto dependiente de autoridades públicas. Recordemos los escándalos de corrupción que rodean a los altos directivos de Bankia, todos vinculados al PP, PSOE y otros partidos políticos que siguen negándose a aceptar “Las 5 Exigencias de la PAH”.

Tampoco podemos dejar de mencionar la negativa de Marta Higueras, concejala de vivienda de Madrid por el partido Ahora Madrid, a mediar con Bankia para facilitar la negociación de estas familias en su lucha por conseguir un alquiler social que les permita acceder o mantenerse en una vivienda. La concejala ha manifestado públicamente su rechazo a este tipo de acciones. Sin embargo, han sido estas acciones las que han parado los desahucios de miles de personas en este país. La concejalía no está enfrentándose al enorme problema de la vivienda de la capital con rigor. Y cuando es la ciudadanía la que exige sus derechos, niegan ayuda y permiten detenciones de personas vulnerables.

Bankia ha demostrado una vez más que su respuesta a las peticiones de alquiler social en sus viviendas es negativa – y nos la trasladan hasta con palos. Son casas antes vacías y ahora habitadas por gente que las necesita o por gente a la que la mismísima Bankia engañó con sobretasaciones e irregularidades a pesar de haber sido rescatada con dinero público. La ciudadanía no se detendrá en su exigencia del derecho a la vivienda. Nos va la vida en ello.

¡Sí Se Puede!

Las PAHs y grupos de vivienda de Madrid

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